sábado, 19 de abril de 2008

El infinito en la palma de la mano - Gioconda Belli


TÍTULO: EL INFINITO EN LA PALMA DE LA MANO
Autor: BELLI, GIOCONDA
Editorial: Seix Barral (España)
Presentación: 237 páginas

El mágico relato de nuestros orígenes es probablemente el que más fascinación ha inspirado en la humanidad a lo largo de los tiempos. Pero, más allá de los cuarenta versículos que la Biblia dedica a Adán y Eva, más allá incluso de la leyenda, ¿cómo sería la vida de aquella inocente, valiente y conmovedora primera pareja?, ¿cómo sería aquel universo primigenio?

Operación Nuevo Mundo - Simón Wiesenthal

Título: Operación Nuevo Mundo
Autor: WIESENTHAL, SIMON
Editorial: AYMA

ERA COLON UN JUDIO CONVERSO?

Quienes aportaron dinero para sus viajes a las Indias?

Por que embarco a todos los judios antes del plazo dado por los Reyes catolicos para abandonar España?

El análisis de este libro gira en base a la hipótesis acerca del origen judío de Cristobal Colón y la significancia que ello tuvo en relación al viaje expedicionario del descubrimiento conjuntamente con la idea de la expulsión a los judíos.

Las tres carabelas que han de llevar a Colón a tierras indias están ancladas en el puerto de Palos. Es el 2 de agosto de 1492. Ha cerrado ya la noche. Colón, de pie en el muelle, observa cómo van embarcando los últimos marineros y demás participantes en la expedición. Ha ordenado que todos se hallen a bordo antes de las once de la noche.

Sabemos por la historia que la «Pinta», la «Niña» y la «Santa María» no se hicieron a la mar hasta el día siguiente, el 3 de agosto. ¿Por qué ordena Colón a los tripulantes que embarquen ya antes de medianoche? ¿Por qué atiende personalmente a que ello se cumpla? La orden va contra el uso de la gente de mar, que antes de una larga navegación suelen permanecer en tierra al lado de la familia hasta el último momento. ¿Por qué esta vez no es así? La fecha en que se inicia la empresa, 2 de agosto de 1492, da qué pensar. Por decreto de los reyes Isabel y Fernando, desde las doce de la noche del mismo día, ningún judío debe hallarse ya en territorio español. ¿Afecta quizá tal decreto a algunos de los participantes en la expedición? ¿Hay judíos a bordo de las naves de Colón? ¿Guarda relación su viaje de descubrimiento con la expulsión de los judíos? En suma: ¿es que la empresa colombina tiene que ver, de un modo u otro, con la persecución de los judíos? Al investigador se le plantean de golpe todos esos interrogantes, que exigen de él una respuesta satisfactoria. Pero antes de que nosotros mismos intentemos encontrarla, dejemos hablar a Colón:

«Así que, después de haber echado fuera todos los judíos de todos vuestros reinos y señoríos, en el mismo mes de enero mandaron Vuestras Altezas a mí que con armada suficiente me fuese a las dichas partidas de India.»

Un asunto pendiente - John Katzenbach

Título: Un Asunto Pendiente
Autor: KATZENBACH, JOHN
Editorial: AGUILAR TAURUS ALFAGUARA
Presentación: 450 páginas

Megan y Duncan Richards son gente normal. Él es banquero; ella, agente inmobiliaria. Tienen dos hijas adolescentes y un hijo. Viven en una casa preciosa. Todo indica que sus días de activistas políticos, en los años sesenta, han quedado muy atrás. Después de todo, cualquiera que fuera joven en 1968 tiene un pasado activista.

Pecar como Dios manda - Federico Andahazi

TITULO: PECAR COMO DIOS MANDA
Autor: ANDAHAZI, FEDERICO
Editorial: PLANETA ARG.
Presentación: 252 páginas

La historia de la sexualidad es la historia de la humanidad. No puede comprenderse la escencia de un país si se desconoce el entramado de las relaciones sexuales que lo gestaron. El sexo ha sido protagonista del nacimiento, el esplendor, la decadencia y la caída de las grandes civilizaciones.

Este volumen -el primero de tres- echa luz sobre la rica e ignorada sexualidad de los pueblos americanos originarios, los violentos cambios impuestos por la conquista, la hipocresía del poder virreinal durante la colonia y los nuevos cánones morales surgidos de la Revolución de Mayo. Pecar como Dios manda revela aspectos desconocidos hasta hoy, algunos ocultados con escrúpulo, sobre hechos y personajes fundacionales, próceres y pro hombres, cuyo modo de ejercer el poder sólo se explica a partir de la forma en que ejercieron el sexo.

El combustible espiritual - Ari Paluch

TITULO: EL COMBUSTIBLE ESPIRITUAL
Autor: PALUCH, ARI
Editorial: PLANETA ARG.
Presentación: 205 páginas
Peso estimado: 220 gramos

En una época en la que el vértigo y la ansiedad devoran los días, el popular periodista radial Ari Paluch comparte ahora con un público lector un camino de sabiduría aplicada a la vida cotidiana. A partir de una situación límite de su experiencia personal, nos cuenta cómo descubrió el saber de distintas vertientes del pensamiento y de la espiritualidad y cómo llegó a ponerlo en práctica. A ese saber y a esa práctica los llama "El combustible espiritual", con el que se nutre y encara cada día.

Hombre rico, Hombre pobre - Marcelo Elbaum

TITULO: HOMBRE RICO HOMBRE POBRE
Autor: ELBAUM, MARCELO
Editorial: PLANETA ARG.
Presentación: 203 páginas

A partir de su experiencia como inversor, profesor y comunicador, Marcelo Elbaum nos muestra cúal es el conocimiento necesario -como una herramienta- para potenciar o expandir nuestra riqueza, no importa de cuánto dinero dispongamos, si $1.000 o $1.000.000, y nos cuenta los secretos para preservarla.

La novela que conmueve Europa al 03/11/2007

Hermanos hombres, dejadme que os cuente cómo ocurrió. No somos hermanos tuyos, replicaréis, y nos importa un bledo. Y es muy cierto que se trata de una tenebrosa historia, aunque también edificante, un auténtico cuento moral, os lo aseguro. Existe el riesgo de que resulte un tanto largo, porque, bien pensado, sucedieron muchas cosas, pero a lo mejor no tenéis mucha prisa; con un poco de suerte, no andáis mal de tiempo. Y además no es algo ajeno a vosotros. No creáis que estoy intentando convenceros de nada; bien pensado, allá vosotros con lustras opiniones. Si he resuelto escribir, después de tantos años, es para poner las cosas en su sitio, y no para vosotros. Nos pasamos tiempo y tiempo en este mundo arrastrándonos como orugas, a la espera de la mariposa espléndida y diáfana que llevamos dentro. Y, luego, el tiempo pasa, la ninfosis no llega, seguimos siendo larvas: comprobación desalentadora; ¿cómo manejarla? Por supuesto que siempre queda la opción del suicidio.

[ ] Con frecuencia han comentado los filósofos políticos que, en tiempos de guerra, el ciudadano, el ciudadano varón al menos, pierde uno de sus derechos más elementales, el de vivir, y eso desde los tiempos de la Revolución Francesa y la invención del reclutamiento, que es ahora un principio universalmente admitido o casi. Pero pocas veces han dejado constancia de que ese ciudadano pierde al mismo tiempo otro derecho, no menos elemental y más vital quizá incluso para él en lo tocante a la idea que se hace de sí mismo en tanto y en cuanto hombre civilizado: el derecho a no matar. Nadie nos pide opinión. El hombre que está a pie firme junto a la fosa común no ha pedido, en la mayor parte de los casos, estar en ese sitio, de la misma forma que tampoco lo ha pedido el que se halla tendido, muerto o moribundo, dentro de esa misma fosa. Me diréis que matar a otro militar en combate no es lo mismo que matar a un civil desarmado; las leyes de la guerra permiten aquello, pero no esto; y otro tanto sucede con la ética al uso. Un buen argumento en términos abstractos, desde luego, pero que no tiene en cuenta en absoluto las condiciones del conflicto en cuestión. La distinción totalmente arbitraria que se crea, acabada la guerra entre, por una parte "las operaciones militares", equiparables a las de cualquier otro conflicto, y, por otra, "las atrocidades" al frente de las cuales se halla una minoría de sádicos y de trastornados, es, como espero demostrar, una ilusión que consuela a los vencedores, si los vencedores son occidentales, debería especificar, pues los soviéticos, pese a la retórica que se gastan, siempre entendieron de qué iba la cosa: a Stalin, después de mayo de 1945 y tras los primeros aspavientos para la galería, le importaba un bledo una ilusoria "justicia"; quería cosas firmes y concretas, esclavos y materiales para volver a levantar y a construir, nada de remordimientos ni de lamentaciones, pues sabía tan bien como nosotros que los muertos no se enteran de los llantos y que los remordimientos nunca le han puesto alubias al potaje. No defiendo la Befehlnotstand , el sometimiento a las órdenes que tanto gusta a nuestros buenos abogados alemanes. Lo que hice, lo hice con pleno conocimiento de causa, convencido de que era mi deber y de que era necesario hacerlo, por desagradable y triste que fuera. También consiste en eso la guerra total: lo civil ya no existe, y entre el niño judío que muere en la cámara de gas o fusilado y el niño alemán a quien matan las bombas incendiarias no hay sino una diferencia de medios: esas dos muertes eran inútiles por igual, ninguna de las dos abrevió la guerra ni un segundo, pero en ambos casos el hombre o los hombres que los mataron creían que era justo y necesario; si se equivocaron ¿a quién hay que condenar? Esto que digo sigue siendo cierto incluso si se hace una distinción artificial entre la guerra y lo que el abogado judío Lempkin bautizó con el nombre de genocidio, e indico que, al menos en nuestro siglo, nunca ha habido aún un genocidio sin guerra y que, al igual que la guerra, se trata de un fenómeno colectivo: el genocidio moderno es un proceso que las masas hacen padecer a las masas y por las masas. Es también, en el caso que nos ocupa, un proceso segmentado por las exigencias de los procedimientos industriales. De la misma forma que, según Marx, el obrero está alienado en lo referido al producto de su trabajo, en el genocidio o en la guerra total en su forma moderna, el ejecutante está alienado respecto al producto de su acción. Esto es válido incluso para el caso de un hombre que apoye el fusil en la cabeza de otro hombre y apriete el gatillo. Pues a la víctima la trajeron otros hombres y su muerte la decidieron otros diferentes y también el que dispara sabe que no es sino el último eslabón de una cadena larguísima y que no tiene que hacerse más preguntas que las que se hace el miembro de un pelotón que, en la vida civil, ejecuta a un hombre que las leyes han condenado como es debido. Quien dispara sabe que es el azar el que determina que dispare él, que un compañero acordone y otro más conduzca el camión.

[ ] Si habéis nacido en un país y en una época en que no sólo nadie viene a matarnos a la mujer y a los hijos sino que, además, nadie viene a pediros que matéis a la mujer y a los hijos de otro, dadle gracias a Dios e id en paz. Pero no descartéis nunca el pensamiento de que a lo mejor tuvisteis más suerte que yo, pero que no sois mejores. Pues si tenéis la arrogancia de creer que lo sois, ahí empieza el peligro. Nos gusta eso de oponer el Estado, totalitario o no, al hombre vulgar, chinche o junco. Pero nos olvidamos entonces de que el Estado se compone de hombres, más o menos vulgares todos ellos, cada cual con su vida, su historia, la serie de casualidades que hicieron que un día se encontrara del lado bueno del fusil o de la hoja de papel, mientras que otros se encontraban del lado malo. Muy pocas veces ha escogido uno ese itinerario, ni siquiera hay una predisposición a seguirlo. A las víctimas, en la inmensa mayoría de los casos, nunca las torturaron porque fuesen malos. Pensar eso sería un tanto ingenuo, y basta con tratarse con cualquier burocracia, incluso la de la Cruz Roja, para convencerse de ello. Por lo demás, Stalin hizo una demostración elocuente de esto que estoy diciendo, al convertir a cada generación de verdugos en víctimas de la generación siguiente, sin que por ello careciera nunca de verdugos. Ahora bien, la maquinaria del Estado está hecha de la misma aglomeración de arena deleznable que aquello que muele, grano a grano. Existe porque todo el mundo está de acuerdo en que exista, y lo están incluso, con gran frecuencia, y hasta el último minuto, sus víctimas. Sin los Höss, los Eichmann, los Goglidze, los Vychinski, pero también sin los guardagujas, los fabricantes de hormigón y los contables de los ministerios, un Stalin o un Hitler no son sino un odre henchido de odio y de terrores estériles. Ahora es ya un tópico decir que la inmensa mayoría de las personas que organizaron los procesos de exterminio no eran sádicos o seres anormales. Sádicos y trasnochados los hubo, por supuesto, como en todas las guerras, y cometieron atrocidades indecibles, es la verdad. Es también verdad que las SS habrían podido intensificar los esfuerzos para controlar a esa gente, aunque hizo más de lo que suele creerse; y no está claro que pudiera, que se lo pregunten a los generales franceses, que estaban bien fastidiados en Argelia con aquellos oficiales suyos, alcohólicos, violadores y asesinos. Pero no es ése el problema. Trastornados los hay en todas partes y en todas las épocas. Nuestros tranquilos barrios periféricos rebosan de pedófilos y de psicópatas; nuestros albergues nocturnos, de megalómanos rabiosos; algunos se convierten en un problema, efectivamente; matan a dos, a tres, a diez, incluso a cincuenta personas, y, a continuación, ese mismo Estado que los utilizaría, sin un parpadeo, en una guerra, los aplasta como a mosquitos atiborrados de sangre. Esos hombres enfermos no tienen importancia. Pero los hombres corrientes que forman el Estado -sobre todo en tiempos de inestabilidad-, ésos son el auténtico peligro. El auténtico peligro para el hombre soy yo, y sois vosotros. Y si no estáis convencidos, para qué seguir leyendo. No entenderéis nada y os irritaréis sin provecho ni para vosotros ni para mí.

Como la mayor parte de la gente, no pedí convertirme en asesino. Si hubiera estado en mi mano, ya lo he dicho, me habría dedicado a la literatura. A escribir, si hubiera tenido talento para ello, y, si no, a la enseñanza quizá; en cualquier caso, a vivir entre cosas hermosas y serenas, las mejores creaciones de la voluntad humana. ¿Quién elige el asesinato por voluntad propia, a menos que esté loco?

[Traducción María T. Gallego Urrutia]

sábado, 5 de abril de 2008

Administración de recursos Humanos... - Idalberto Chiavenato


TITULO: Administración de recursos humanos , El capital humano de las organizaciones - Octava edición
Autor: Idalberto Chiavenato
Editorial: Mc Graw Hill
Presentación: 516 páginas de 27 x 21 cm.

Texto que trata de los temas fundamentales de los recursos humanos y cómo administrarlos de manera eficaz en un ambiente globalizado, de gran competitividad y cambiante. Se enfoca en la necesidad de tratar el capital humano como agentes activos y proactivos, dotados de inteligencia y creatividad, iniciativa y decisión, habilidad y competencia; y no sólo de capacidades manuales, físicas o artesanales.

Características de la nueva edición:

- Enfoque en sistemas abiertos en continua interacción con sus ambientes.

- Casos latinoamericanos desarrollados.

- Amplio reconocimiento del autor.

l pensamiento judío del siglo xx, Cinco biografías intelectuales - Irene Kajon


TITULO: El pensamiento judío del siglo xx, Cinco biografías intelectuales
Autora: Irene Kajon
Editorial: Lilmod
Presentación: 260 páginas

La filosofía judía del siglo XX nos presenta de una manera minuciosa a cinco importantes pensadores judíos del siglo XX. Hermann Cohen, Franz Rosenzweig, Martin Buber, Emmanuel Levinas y Leo Strauss. Se analiza el significado de sus ideas en relación al contexto general de la historia del pensamiento filosófico, poniendo el énfasis en la crisis actual del humanismo y la necesidad de buscar nuevos caminos de reflexión, de buscar una nueva antropología filosófica.

El hilo conductor de este libro es mostrar que el diálogo entre el judaísmo y la filosofía es necesario para evitar por un lado, una adhesión a la tradición judía con un sesgo meramente tradicionalista o nacionalista, y por el otro, para evitar una idea de la filosofía focalizada prioritariamente en los problemas de la naturaleza y de la existencia humana en el mundo, o en Dios como origen del ser. El resultado que emerge del encuentro entre Jerusalem y Atenas, es la ética. El humanismo no surge como consecuencia de la razón o de una "razón práctica", sino la capacidad de desarrollar el respeto, la amistad, el amor, y la empatía por el sufrimiento de los otros.

Guía para el cuidado de tu hijo - Dra. Miriam Stoppard


TITULO: Guía para el cuidado de tu hijo
Autor: Dra. Miriam Stoppard
Editorial: Grijalbo
Presentación: Cartoné 352 pág. de 24 x 19 cm

TODOS LOS CONSEJOS PARA QUE TUS HIJOS CREZCAN SANOS Y FELICES, DESDE SU NACIMIENTO HASTA LA EDAD PREESCOLAR

En esta obra encontrará:
* Los consejos más recientes sobre el cuidado diario, desde el nacimiento hasta la edad preescolar
* Sugerencias para potenciar la salud física y mental del niño
* Ejemplos reales sobre aquellos aspectos más relevantes para los padres, así como de cuidados especiales
* Las diferencias en el desarrollo de los niños y de las niñas

En los veinte años que llevo escribiendo sobre el cuidado de los niños, mi propósito siempre ha sido ayudar a los padres a sentirse independientes, seguros y libres para seguir sus instintos, los cuales casi siempre son acertados. En este libro he intentado explicar los aspectos más importantes del cuidado de los niños en sus primeros cinco años de vida. He querido escribir una obra muy completa.

Espero que ustedes también la consideren así.

-Miriam Stoppard-

Un día de cólera - Arturo Pérez-Reverte

TITULO: Un día de cólera
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Editorial: Alfaguara
Presentación: 404 páginas de 24 x 15 cm.

Este relato no es ficción ni libro de Historia. Tampoco tiene un protagonista concreto, pues fueron innumerables los hombres y mujeres envueltos en los sucesos del 2 de mayo de 1808 en Madrid. Héroes y cobardes, víctimas y verdugos, la Historia retuvo los nombres de buena parte de ellos: las relaciones de muertos y heridos, los informes militares, las memorias escritas por actores principales o secundarios de la tragedia, aportan datos rigurosos para el historiador y ponen límites a la imaginación del novelista. Cuantas personas y lugares aparecen aquí son auténticos, así como los sucesos narrados y muchas de las palabras que se pronuncian. En Un día de cólera, Arturo Pérez-Teverte convierte en historia colectiva las pequeñas y oscuras historias particulares registradas en archivos y libros. Lo imaginado, por tanto, se reduce a la argamasa narrativa que une las piezas. Con las licencias mínimas que la palabra novela justifica, estas páginas pretenden devolver la vida a quienes durante doscientos años sólo han sido personajes anónimos en grabados y lienzos contemporáneos, o escueta relación de nombres en los documentos oficiales.

9 meses en la pancita de mamá - Catalina Rumi


TITULO: 9 meses en la pancita de mamá
Autora: Catalina Rumi
Editorial: Dedos
Presentación: 228 páginas de 23 x 16 cm.

Nuestra autora, Catalina M. Rumi Carballo, con una rica y vasta experiencia en las lides del embarazo nos conduce, con mano cordial y segura, a través de un viaje de 9 meses y en una novedosa propuesta asume el rol del bebé, relatando en un diálogo íntimo y divertido su relación con la madre y el entorno. No hay palabras que expresen concretamente esa vivencia tan especial que representa para la madre llevar a su hijo en su vientre, sentirlo en su interior durante nueve meses, parirlo y tenerlo en sus brazos, ahora bebé, para cuidarlo, protegerlo y verlo crecer feliz.
De forma práctica e inteligente, sabiendo que la experiencia personal y de cada pareja es especial e irrepetible, Catalina en este texto ameno, de fácil lectura y comprensión, pone al alcance de todas las mamás y los papás la información necesaria y suficiente para abordar con éxito este nuevo "emprendimiento" trascendental en sus vidas: el nacimiento de su ansiado hijo.